El 21 de enero, que está a la vuelta de la esquina, es una fecha especial para mí, marca el inicio de un proceso por cambiar mis hábitos alimenticios y vencer el sedentarismo. Esta decisión ya cumple dos años, que me han dejado grandes logros y satisfacciones, pero confieso que tengo hambre de muchísimo más. Es por eso que me he trazado nuevas metas fitness para este año.
Ya en este post de Instagram les había hablado sobre mi voluntad por volverme dueña de una ansiedad que me lleva a comer desaforadamente. Ese, definitivamente, es el principal propósito que quiero atacar. Otras metas son más secundarias, pero también muy importantes. A saber, quiero bajar el porcentaje de grasa a 14%, lograr una mayor definición muscular y tonificar mis zonas más rebeldes como son las caderas, la espalda y los brazos.
Para alcanzar esos objetivos creo que no puedo contar con mejor asesoría, desde hoy mis metas fitness están respaldadas por nadie menos que Laura Piedrahita, que como algunos saben es mi socia en varios proyectos.
Ella, que está estudiando su máster en nutrición en la Universidad de Barcelona, me asignó un plan de alimentación. Nada preocupante, solo ajustó unas cuantas tuerquitas para bajar esos 2% de grasa que me está sobrando (¡sí! yo fui la primera sorprendida cuando me dijo que lo tenía en 16.3%). Los cambios que Laura propone significan que verán menos almendras y frutos deshidratados por aquí. No me molesta, ya que me retará a experimentar con los ingredientes, aún muy diversos, que tengo a la mano.
Creo que esta nueva propuesta será bastante interesante no solo para mí, como cocinera, sino para ustedes. Ya que la apuesta es por opciones MUY MUY limpias pero tan deliciosas como siempre las han encontrado aquí. Ya les iré contando como avanza el proceso.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.