Si me siguen en Instagram, sabrán que hace poco menos de un mes tomé un merecido descanso. Viajé a Estados Unidos junto con mi mamá y mi novio a un recorrido soñado: Magic Kingdom, Epcot, ambos parques de Disney, Island of Adventure y Universal Studios. Volví a ser niña y regresé recargada para asumir mi trabajo y mis responsabilidades como blogger. Durante mi viaje concluí, como por quinta vez, una verdad que se ha vuelto cliché: del estilo de vida no se descansa. Así que decidí vivir unas vacaciones saludables.
Si bien es cierto que uno puede darse unos descansos y satisfacer antojos, más estando en vacaciones, no es recomendable hacerlo costumbre. Un estudio de la Universidad de Georgia concluyó que personas que toman vacaciones de una a tres semanas pueden ganar entre 2 y 14 kilos.
Yo lo confirmé por mi propia experiencia, cuando viajé a Perú en enero de 2016, me demoré el mismo tiempo que en mi viaje a Estados Unidos -10 días- y me engordé 3 KILOS. Mi tarea de todo el año pasado, y lo que va de este, ha sido bajar esos benditos.
Obviamente, cada kilo valió la pena porque comí muy bien, sin embargo, no quería repetir la historia. ¿Qué hice? Me preparé para vivir unas vacaciones saludables. Fue un reto, debo reconocerlo, porque como saben Estados Unidos es un país donde la comida rápida, grasosa y calórica está a la orden del día. Pero hoy puedo decir que disfruté al máximo sin traer kilos de más como souvenir.
Estoy segura de que muchos de ustedes, que están próximos a disfrutar sus vacaciones, estarán preguntándose como hacer para llevar unas vacaciones saludables. Exploremos 5 estrategias para lograr este objetivo:
1. Mantente activo
Para muchos, vacaciones no son sinónimo de gimnasio, esto lo entiendo. Pero salir a descansar tampoco significa tirarnos en una cama o asoleadora a ver la vida pasar. Expertos recomiendan incluir actividades que nos obliguen a movernos. Una buena idea es alquilar una bicicleta para recorrer los alrededores. También puedes practicar kayak o natación si el descanso es en playa. Incluso, puede ser más sencillo: ¡caminar por largas horas conociendo o en un centro comercial! *Bonus track: El entrenador y nutricionista Harley Pasternak recomienda cargar un monitor de pasos, asegura que 12.000 diarios bastan para mantenernos.
2. La preparación es clave
Inicia el día con un desayuno nutritivo, incluso puedes saltarte el carbo en esa comida sobre todo si sabes que tus menús serán más calóricos a lo largo del día.
Otra buena estrategia es llevar snacks más saludables para que no tengas que elegir lo que esté disponible y que tal vez sea menos recomendable. Trata de consumir seguido estas comidas pequeñas, así evitarás excesos en las comidas principales.
La buena noticia es que con esta onda saludable, especialmente en Estados Unidos, hay montones de lugares donde puedes calmar antojos con alternativas más sanas. Yo, por mi parte, evité los calóricos snacks de parques comprando otros más sanitos en Walmart, Whole Foods y Trader Joe’s. Estos son algunos de los que escogí: barritas energéticas, frutos secos, hummus con vegetales, mantequilla de nueces y fruta fresca.
3. Elige bien en los restaurantes
Cuando estamos en casa, sabemos exactamente qué estamos comiendo porque generalmente es preparado por nosotros mismos. Eso no pasa en restaurantes, donde las salsas y aderezos se convierten en un misterio. ¿Qué hacer? Elegir una opción sana que, aunque no lo creas, se consigue en todos los restaurantes, incluso en los de chatarra. ¿Cómo reconocerla? Entre más sencilla sea su preparación, mejor. Prefiere siempre proteínas como pescado, pollo y carne, preparadas al horno o a la plancha, y ensaladas. Estas, en particular, fueron mi salvación a lo largo del viaje. Las encontré desde en un Wendy’s de carretera, hasta en los parques de diversiones que visité.
También es bueno abstenerse de esos ‘extras’ que no nos convienen. ¿Cuáles? Aderezos cremosos o salsas condimentadas. Y lo obvio: siempre prefiere agua encima de otras bebidas como gaseosas o jugos, y más si estos son embotellados. Son calorías de más que no necesitas.
Un tip adicional: Abstente, en lo posible, de los buffets, pues es allí donde caemos en las mayores indulgencias. Si definitivamente no los puedes evitar, bebe primero agua o café para calmar un poco el apetito. Recorre la barra completamente y luego elige entre lo pecaminoso lo que más te provoque, ¡solo una cosa! Finalmente, complementa tu plato con opciones más sanas, elige una fuente de proteína, como claras de huevo, y complementa con fruta fresca, yogur y carbohidratos complejos.
4. Evita ingerir alcohol
Para muchas personas, vacaciones son sinónimo de margaritas, daiquiris y piña coladas ilimitadas. Pues bien, sí es rico disfrutarlas, pero la moderación es clave. Recordemos que generalmente los cocteles y las bebidas alcohólicas contienen muchas calorías y hasta azúcar adicionada. Si los vas a consumir, que sea la única indulgencia que te darás en el día. También puedes inclinarte por los licores más livianos: como vodka o ginebra con soda y algo de limón.
5. Disfruta con moderación
Creo que ese es el consejo más importante que les puedo dar para tener vacaciones sanas. Permítanse gustos de forma moderada, de esta manera evitarán caer en un momento de excesos que termine siendo peor. A mí, por ejemplo, me recomendaron mucho las hamburguesas de Five Guys y fue la que permití disfrutar durante el paseo. Si efectivamente quería disfrutar un postre procuraba que fuera compartido. No perdoné el helado, que además de ser delicioso calmaba la sed y el calor que hacía en Orlando y Miami. No podía dejar de disfrutar el de Häagen Dazs, que solo consigo en Estados Unidos. Eso sí, en lugar de ordernar un sundae trataba de pedir un vaso con una sola bola de helado e incluso encontré uno sabrosísimo a base de leche de almendras en Ben & Jerry’s.
Como se dan cuenta, con sencillas estrategias podemos disfrutar de unas vacaciones saludables en las que subir de peso no es una opción. ¿Creen que me faltó alguna estrategia? Déjenme saber en Facebook, Instagram y Twitter.
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