Qué difícil es crear cuando no hay la opción de los carbohidratos, ¿verdad? La buena noticia es que siempre contamos con vegetales que no dejan de sorprender por su versatilidad. Uno de mis favoritos es el zucchini que se puede convertir en lasaña, raviolis y hasta tallarines. Los tallarines los aproveché para hacer un pad thai saludable. Lee más para conocer cómo se prepara esta receta de la cocina tailandesa.
Tras una rápida búsqueda en Internet se pueden encontrar los ingredientes básicos del pad thai: tallarines de arroz, pimentón rojo y proteínas como pollo, camarón o tofu y maní. Aunque también se pueden agregar brotes de soya (edamame debe quedar delicioso), pasta de tamarindo y salsa de pescado, entre otros.
Un truco para tallarines perfectos
Los tallarines, por ejemplo, quedan descartados si queremos cortar un poco la ingesta de carbos. ¿Cuál es la solución? Hacer los fideos con zucchini, esta es la máquina que yo uso. Hay un tip que descubrí hace poco en Tasty para que queden mejor, consiste en añadirles sal una vez están cortados. Se dejan en un colador con un bowl abajo y allí caerá el exceso de agua del vegetal. Este paso te lo recomiendo si no quieres que tu pad thai saludable acabe siendo una sopa.
Como proteína escogí pollo, pero me gustan las otras dos que sugiere la receta tradicional. Un tofu firme es una gran opción para vegetarianos y veganos. También añadí pimentón y zanahoria, con verduras fibrosas como estas nos dará saciedad sin los carbos de más. Y ni qué decir de la salsa de maní, que es la que aporta el característico sabor al pad thai saludable. Pero bueno, entremos en materia, pasemos a la receta.
Pad thai saludable de zucchini y pollo
Ingredientes (para 2 porciones MUY grandes o 4 medianas):
2 pechugas de pollo grandes, deshuesadas y cortadas en trozos
1/4 de taza de salsa de soya
1 cucharada de miel
Sal y pimienta al gusto
2 cucharadas de aceite de ajonjolí + 1 cucharada adicional para saltear el pollo (oliva también funciona)
2 cucharaditas de ajo finamente picado + 1 cucharadita para marinar el pollo
1 taza de zanahoria rallada
1 pimentón rojo grande, cortado en tiras
3 zucchinis grandes, cortados como tallarines
Toppings: 1 cucharada de semillas de ajonjolí y un puñado de cilantro
Para la salsa:
1/2 taza de mantequilla de maní cremosa
1/3 de taza de miel
1/3 de taza de salsa soya (Usé una reducida en sodio)
2 cucharadas de aceite de ajonjolí o de oliva
1/2 cucharadita de jengibre molido
1-2 cucharaditas de salsa picante (me encanta la Valentina, que es de México)
Preparación:
Pica la pechuga en trozos y condimenta con salsa de soya, miel, ajo machacado, sal y pimienta al gusto, reserva.
Espiraliza el zucchini y coloca en un colador y debajo de este un bowl. Rocía los tallarines con sal y deja que suelten el exceso de líquido.
En una sartén mediana calienta 1 cucharada de aceite de ajonjolí a fuego alto. Saltea allí el pollo marinado, deja por unos 8 minutos para que los trocitos queden tiernos pero bien cocidos. Reserva.
Calienta 2 cucharadas de aceite de ajonjolí y aceite en una sartén grande a fuego medio. Añade la zanahoria y las tiras de pimentón. Cocina por 5 minutos aproximadamente, hasta que los vegetales estén tiernos. Añade el zucchini bien escurrido. Saltea y revuelve hasta que el zucchini esté tibio, añade el pollo y apaga el fuego.
Combina los ingredientes de la salsa de maní en una sartén pequeña a fuego bajo. Revuelve constantemente hasta que la mantequilla de maní se haya derretido y todo esté combinado.
Una vez la salsa esté caliente, vierte sobre el pollo y los vegetales. Saltea hasta combinar bien. Sirve en un plato y acompaña con semillas de ajonjolí y cilantro. Disfruta.
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