Probablemente, alguna vez hayas escuchado hablar de los jugos verdes y de todas las ventajas que traen a la salud. A estos brevajes preparados con frutas y verduras se les atribuyen poderes mágicos: aliviar la digestión, limpiar las impurezas del cuerpo, subir las defensas y hasta curar el cáncer. Hoy, analizaremos este hábito y compartiremos algunos consejos para ponerlo en práctica. ¡Sigue leyendo!
No es en vano que los jugos verdes sean los consentidos de celebridades como Gwyneth Paltrow y Kim Kardashian. Además de ser muy nutritivos, suponen una gran alternativa frente a los de frutas, pues estos no nos permiten aprovechar al máximo sus aportes y, en cambio, nos llevan a consumir más azúcar. Estos, por el contrario, se elaboran con una mezcla de vegetales y regularmente solo una pieza de frutas para mejorar el sabor.
Debes saber que hay principalmente tres métodos para elaborar los jugos verdes, a saber: licuado, centrifugado y prensado en frío. Conozcámoslos un poco más:
Método licuado: consiste en verter todos los ingredientes del jugo en la licuadora y procesar hasta lograr homogeneidad. Se dice que es el proceso menos favorable porque reduce el aporte nutritivo, debido a la exposición de las frutas y verduras a las cuchillas de la licuadora y al posterior proceso de colado. Es posible que en ese bagazo se queden muchos de los nutientes.
Método centrifugado: es tal vez el más conocido para preparar jugos verdes, ya que es el sistema que tienen los extractores eléctricos. Los vegetales y frutas son triturados con unas cuchillas giratorias, que separan eficazmente fibra del zumo. Uno de sus contras es que al igual que la licuadora, sus cuchillas calientan las frutas y verduras, esto hace que se oxiden.
Método de prensado en frio: se considera el método más eficaz para producir jugos verdes. Consiste en exponer los ingredientes del jugo a altos niveles de presión que permiten separar el zumo de la fibra.
Bien, ya sabes cómo se preparan los jugos verdes, ahora discutamos algunas sanas prácticas para que puedas continuar con este hábito en casa.
Ingrid Macher, autora del reconocido blog Adelgaza 20, es una gran promotora de estas bebidas. Además de los beneficios que ya mencionamos, ella añade que los jugos verdes son una forma muy eficaz para consumir las porciones de verduras que nos corresponden diariamente. En su e-book, ‘Jugos adelgazantes y revitalizadores‘ destaca que nos permiten consumir frutas y verduras crudas, que es la forma en la que aprovechamos al máximo sus nutientes.
Pero, cómo empezamos a adoptar este hábito. Te lo respondo a través de cinco preguntas.
¿Cómo se preparan? La clave es que las frutas y verduras que selecciones tengan bastante agua. La manzana, la piña, el limón y la toronja son las frutas que mejor se adaptan a los jugos verdes, además mejoran mucho su sabor. En la gráfica de abajo te explico, ojo, es solo una guía, hay muchos más ingredientes que puedes incluir.
¿Cuánto agregar? Esa es otra pregunta que surge, Ingrid Macher sugiere que para un vaso debes añadir una pieza de cada fruta o vegetal. Por ejemplo: una manzana, un pepino, un vaso de agua de coco o un limón.
¿Cúando tomar? Olga Gulati, coach holística de Juno Health and Wellness, aconseja que los jugos verdes deben ser lo primero que tomemos al despertar. Así logramos mejor absorción de nutrientes en el torrente sanguíneo. Por su parte, Ingrid Macher, recomienda consumirlos por 3 semanas todos los días, luego se hace un descanso de una semana. Sin embargo, insiste en que no es necesario consumir estas bebidas en un momento específico, ya que al ser naturales no generan ningún efecto secundario.
Y, para cerrar, un tip importante: por ser naturales y no tener preservativos, los jugos verdes se oxidan fácilmente. Para evitar esto consúmelos, en lo posible hasta 20 minutos después de preparados. Si no puedes hacerlo, almacena en envases de vidrio para favorecer su conservación.
¡Listo! Respondidas algunas inquietudes básicas sobre los jugos verdes, veamos este videito para aprender a prepararlos:
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