¿Han preparado la receta de cordon bleu alguna vez? Es un plato delicioso, pero creo que se le pueden hacer unos ajustes para que sea más sano. ¿Por qué? Básicamente porque es apanado y va frito, lo cual suma unas cuantas calorías de más. Le hice unos cambios a la preparación tradicional para disfrutar esta delicia sin remordimientos. Sigue leyendo para descubrir de qué se trata.
Lo primero que sí hice fue rellenar mi pechuga de pollo con jamón y queso. Probablemente algunos se preguntarán cuál usar, especialmente considerando que la mayoría son altos en sodio y nitritos, entre otros químicos. Bueno, les cuento que sí hay opciones de jamones más sanos. Buscar que no tenga nitritos y sea reducido en sodio y grasa es una buena opción. Si te encuentras en Colombia, definitivamente busca los productos cárnicos que ofrece Catalán Carnes, que están libres de esos aditivos que ya mencioné.
Por el lado del queso es mucho más fácil. La recomendación es siempre buscarlos deslactosados, descremados o veganos. Si vas a elegir esta última alternativa, te recomiendo el de almendras, que derrite bien y tiene el sabor más parecido al queso que conocemos y adoramos. No sé si ustedes sean tan queseros como yo…
Pasamos al apanado. Como ya saben, me abstuve de utilizar pan rallado o cualquier otra harina. ¿Mi sugerencia? Harina de almendras con el sabor de especias aromáticas, mis favoritas son las italianas. Finalmente, cuando tuve listo el apanado de harina de almendras hice el último ajuste de la receta de cordon bleu: horneé en lugar de fritar.
¡Ah! Pero se me olvidaba el último toque, fue una salsa de durazno y especias. La hice porque creo que mi receta de cordon bleu necesitaba algo que potenciara su sabor e hiciera más suave la textura. ¡Creo que lo logré! ¿A ustedes qué les parece? Comenten en mis perfiles de Facebook, Instagram y Twitter.
¿Receta de cordon bleu saludable? ¿Es posible? Sí, buscamos una opción de jamón más sano, queso descremado, apanado de harina de almendras. ¡Listo!
Ingredientes
- 2 pechugas de pollo, sin piel, deshuesadas y relajadas
- 1 cucharada de mostaza
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo
- 4 tajadas de jamón, cortadas en mitades
- 4 tajadas de queso, cortadas en mitades
- 1/2 taza de harina almendras o avena
- 2 cucharaditas de especias italianas
- Cantidad necesaria de aceite
- Sal y pimienta al gusto
- 4 duraznos picados
- 2 cucharadas de reducción de balsámico (Recomiendo @piattocucina)
- 1 cucharada de canela molida
- 1 trozo pequeño de jengibre
Preparación
- Prepara las pechugas de pollo: retira la piel y el hueso y corta en filete.
- Mezcla la mostaza, el aceite de oliva, dos dientes de ajo, sal y pimienta. Marina las pechugas en con este adobo, reserva.
- Estira la pechuga deshuesada y relajada y coloca encima cuatro mitades de láminas de jamón y queso en cada una. Enrolla sobre sí misma.
- Mezcla la harina de almendras, las especias italianas y un poco más de sal. Apana las pechugas en esa mezcla.
- Precalienta una sartén a fuego medio y coloca un chorrito de aceite, lleva las pechugas y dóralas bien.
- Transfiere a una bandeja y hornea por 35 minutos a 180°C/350°F. Retira del horno, deja reposar por 5 minutos, corta en láminas y sirve.
- Pica los duraznos y cocina en agua con canela y jengibre por 20 minutos. Procesa.
- Mezcla la pasta de durazno con dos cucharadas de reducción de balsámico. Sirve sobre las láminas de pollo.
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