Hoy recreamos en la cocina de Gastroglam el pollo a la cazadora, una receta que para muchos evoca recuerdos y los transporta a la casa familiar. Sí, esta es de esas típicas preparaciones que nuestras mamás prepararon hasta el cansancio cuando éramos pequeños. Y la razón es evidente: es un estofado de potentes sabores, con una deliciosa salsa que podíamos mezclar con el arroz a la hora del almuerzo. Aprendamos más de esta receta.
Un poco de contexto: el pollo a la cazadora es una preparación italiana, que también se puede hacer con otras proteínas como conejo o embutidos. Generalmente, el ave se cocina en sus propios jugos con tomate, pimentón, hongos, cebolla, hierbas y es perfumado con vino*. Se podrán imaginar esa fiesta de sabores en el paladar.
Conozco el pollo a la cazadora desde que era niña, era uno de los platos obligados de la Heladería Americana, un popular restaurante en mi natal Barranquilla, que aún existe. No es de extrañar que ese lugar, abierto por inmigrantes griegos, ofreciera este clásico plato mediterráneo. Aunque su versión incluía zanahoria, arvejas y apio.
A mi papá le gustaba tanto este pollo a la cazadora que un día retó a mi nana, de la que ustedes tanto han leído, a hacerlo. Le explicó más o menos el procedimiento, evaluó los posibles ingredientes que podía llevar y ella se puso manos a la obra. Desde entonces, estoy hablando de casi 20 años atrás, ese plato se intitucionalizó en la mesa de mi familia. Por eso era apenas lógico que llamara a casa a pedir orientación cuando me antojé de hacer mi propia versión.
Así que sin más que agregar les dejo este pollo a la cazadora para que también se apropien de la receta, con la esperanza de que sea bien acogido en sus hogares.
Pollo a la cazadora
Ingredientes (para 4 porciones)
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
- De 6 a 8 piezas de pierna de pollo
- 1 cebolla, finamente picada
- 1 zanahoria, finamente picada
- 3 astillas de apio, finamente picadas
- 2 dientes de ajo, machacados
- 1 cucharada de orégano
- ¼ de cucharadita de peperonccino (opcional)
- 250g de champiñones, laminados
- ½ taza de vino tinto
- 1 lata de tomates (o la pulpa se 4 tomates maduros sin piel)
Preparación
Marina las piezas de pollo en sal y pimienta. Vierte en una sartén a fuego alto el aceite de oliva y coloca allí el pollo por tandas para sellarlo, 5 minutos de cada lado. Transfiere el pollo sellado a un bowl cuando esté listo. Reserva.
En esa misma sartén, añade un poco más de aceite y adiciona la cebolla, la zanahoria, el apio y la sal. Cocina, revolviendo constantemente, hasta que los vegetales se empiecen a suavizar, por aproximadamente 5 minutos. Agrega el ajo, el orégano y los peperonccinos. Cubre, reduce el fuego a bajo y cocina, mezclando constantemente, por 5 minutos. O hasta que esta preparación esté suave y aromática. Adiciona los champiñones, sube nuevamente la llama a medio y cocina hasta que estén tiernos, por 5 minutos. Sazona con sal y pimienta. Adiciona el vino y llévalo a hervir, y revuelve constantemente, hasta que el vino se reduzca a la mitad. Añade los tomates triturados y nuevamente rectifica la sazón, rehoga por 10 minutos.
Integra nuevamente las piezas de pollo selladas, sumergiéndolas en la mezcla de tomate. Cubre y deja cocinar por 30 minutos. Hasta que el pollo esté tierno. Ajusta la sazón y sirve.
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